Este es un contrato de vida domĆ©stica entre el cornudo _____________ y su querida novia/esposa _____________ , que regirĆ” su relaciĆ³n de ama y cornudo sumiso durante el resto de sus vidas.
Esta serĆ” una relaciĆ³n 24/7 (las 24 horas del dĆa, los siete dĆas de la semana) lo que significa que tĆŗ serĆ”s el cornudo sumiso de tu ama incluso durmiendo.
Esto no es un juego de pareja de fin de semana o una escenita de una noche, sino que serĆ” el modo de vida permanente las veinticuatro horas del dĆa, los siete dĆas de la semana y los trescientos sesenta y cinco dĆas del aƱo. No obstante, este contrato se entenderĆ” siempre como una muestra de amor total entre los dos.
Art. 1.- Yo, __________________, ya que tĆŗ me amas tanto que te ofreces voluntariamente a servirme como cornudo sumiso el resto de nuestras vidas, te acepto tu gentil ofrecimiento, tu renuncia a tener algĆŗn derecho sobre mĆ, asĆ como tĆŗ obligaciĆ³n de asumir por contra todos los deberes para conmigo, demostrĆ”ndome constantemente con tus humillaciones que sĆ³lo me amas a mĆ, que sĆ³lo me deseas a mĆ, que soy el centro de tu existencia, que me necesitas para vivir, que me entregas tu libertad y que estĆ”s ansioso por seguirme para siempre a donde yo quiera llegar y llevarte. Y que te sientas orgulloso de ser exclusivamente mĆo y de que tu placer sea ver el mĆo, al hacerte cornudo y humillarte.
Art. 2.- Yo por mi parte sĆ³lo me comprometo a dominarte cada dĆa mĆ”s, a poseerte completamente, a cuidarte como esclavo, a hacerte cornudo y a amarte sinceramente, llevĆ”ndote con mis humillaciones cada dĆa mĆ”s lejos en tu sumisiĆ³n a mĆ, en tu necesidad vital de sentirte cornudo y humillado. Espero que no te arrepientas porque una vez que firmes mĆ”s abajo, serĆ”s mĆo para siempre fĆsica, y mentalmente, aceptando mi voluntad que a partir de ahora serĆ” tambiĆ©n la tuya. TĆŗ dejarĆ”s de existir como persona y sĆ³lo serĆ”s un instrumento de mi voluntad, de mis deseos y de mis caprichos, en los que tĆŗ estarĆ”s sufriendo por mĆ mientras que yo disfruto de tu humillaciĆ³n.
Art. 3.- Yo, como tu dueƱa y seƱora, tengo libertad absoluta para todo y tĆŗ no tendrĆ”s libertad absolutamente para nada. Sin excepciones. TendrĆ”s que pedirme permiso hasta para ir a mear. Yo podrĆ© hacer lo que me dĆ© la gana, aunque siempre te lo comentarĆ© para que goces con el poder que tengo sobre ti al hacer lo que me dĆ© la gana, lo que me salga de mi hermoso coƱo.
Art. 4.- Y por supuesto yo podrĆ© follar con quien quiera, donde quiera y cuando quiera, mientras que tĆŗ no podrĆ”s ni mirar a una mujer por la calle. El que mires a otra mujer serĆ” sancionado con el mayor castigo. TĆŗ fuiste amigo cornudo, serĆ”s novio cornudo y cuando nos casemos serĆ”s marido cornudo. Te morirĆ”s siendo cornudo y eso para ti ha de ser un motivo de orgullo.
Art. 5.- TĆŗ Ćŗnica misiĆ³n en la vida, y de lo que te queda de ella, es ser cada dĆa mĆ”s cornudo, humillarte mĆ”s y darme a mĆ placer, estar a mi servicio para darme gusto, para procurar que goce y que me corra. TĆŗ, por el contrario no podrĆ”s correrte sin mi permiso. PodrĆ”s acariciarte pero sin llegar, porque si te corres sin mi permiso te castigarĆ© con la mayor pena que un ama le puede dar a un hombre como tĆŗ: Que no te haga cornudo ni que te humille. Si incumples este artĆculo podrĆ” ser motivo de la rescisiĆ³n de este contrato.
Art. 6.- Por casa irĆ”s siempre desnudo y vestido sĆ³lo con mis braguitas, saldrĆ”s a la calle con ellas bajo el pantalĆ³n y al dĆa siguiente te las quitarĆ”s para ponerte las que yo me quite ese dĆa, para que asĆ sientes junto a tu polla la tela que ha tocado el coƱo de tu ama, el que todos se pueden follar menos tĆŗ, y te sientas asĆ constantemente cornudo. Las bragas serĆ”n tipo tanga transparente para que se puedan apartar con un dedo y que asĆ tu polla y tus huevos estĆ©n mĆ”s a mano. Y al ser transparentes estarĆ” a la vista, exhibida, para que todos vean como se te pone dura cuando te humillo y te hago cornudo.
Art. 7.- Cuando aparezca ante ti con mis tetas al aire o por encima de mi sujetador, te arrodillarĆ”s inmediatamente ante mĆ como seƱal de respeto, devociĆ³n, entrega, adoraciĆ³n, sumisiĆ³n y beatitud hacia mĆ. Siempre procurarĆ© estar ante ti con ellas al aire para que su omnipotente presencia te obligue a hincarte de rodillas ante ellas. Mis tetas serĆ”n el sĆmbolo de mi dominio hacia ti y de tu sumisiĆ³n, por lo que para besarlas o simplemente rozarlas, habrĆ”s de pedirme siempre permiso que sĆ³lo te concederĆ© cuando te hayas portado como un buen cornudo, cuando hayas sido mĆ”s cornudo que el dĆa anterior. Por supuesto, mis machos podrĆ”n besarlas, tocarlas, amasarlas, sobarlas, morderlas, pellizcarlas e incluso correrse sobre ellas cuando quieran, como quieran y donde quieran. Entonces, una vez que mis machos se hayan corrido sobre ellas, yo restregarĆ© su leche sobre mis pezones y podrĆ”s chuparlos, lamerlos y beber de mis tetas, de mis pezones, la leche del macho que te ha hecho cornudo. SĆ³lo entonces, porque para ti son, y serĆ”n siempre, un sĆmbolo de majestad, respeto, adoraciĆ³n, sumisiĆ³n, pleitesĆa y reverencia. GrĆ”bate esto en la cabeza, porque mis tetas son el sĆmbolo de mi dominio sobre ti y de tu sumisa condiciĆ³n de cornudo.
Art. 8.- Yo harĆ© todas las gestiones que generalmente hacen los hombres, los cabezas de familia: DispondrĆ© de las cuentas bancarias a mi nombre, porque las mĆas seguirĆ”n siendo sĆ³lo mĆas y en las tuyas me autorizarĆ”s a mĆ como cotitular para que yo pueda sacar el dinero. Luego, me entregarĆ”s la libreta y la tarjeta para que sĆ³lo yo pueda sacar dinero de ella. Y todos los demĆ”s servicios estarĆ”n a mi nombre como el telĆ©fono, el agua o la electricidad.
Art. 9.- Si la asistenta no puede venir tĆŗ serĆ”s el encargado de las labores domĆ©sticas y para tal menester llevarĆ”s un pequeƱo y redondeado delantalito blanco de doncella francesa. SĆ³lo eso, para que tu culo y tu polla estĆ©n expuestos a mis caricias mientras friegas los platos en la cocina. Si viene la asistencia, la obedecerĆ”s tambiĆ©n a ella por delegaciĆ³n porque estarĆ” por encima de ti en la escala.
Art. 10.- Todos los dĆas te doblarĆ© sobre mis muslos como un niƱo y te darĆ© 10 zapatillazos en el culo, te hayas portado como te hayas portado, y aunque hayas sido un bendito, como sĆmbolo de que mi poder sobre ti es arbitrario, a mi capricho, y para evitar que yo pueda relajarme en mi estricta severidad hacia ti y que tĆŗ puedas tomarlo como un sĆmbolo de debilidad. SabrĆ”s que, pase lo que pase (aunque haya un terremoto), todos los dĆas vas a ser castigado, todos los dĆas vas a sufrir por tu ama y todos los dĆas te sentirĆ”s esclavo cornudo. Si no cumplo este requisito, si se me olvida, se podrĆ” dar por zanjado el presente contrato. Para los castigos llevarĆ© siempre las tetas al aire y cuando veas que aparezco ante ti con su omnipotente majestad, ya sabrĆ”s lo que se te viene encima. ArrodĆllate y reza.
Art. 11.- Los azotes (tanto los 10 diarios obligatorios como los demĆ”s cuando te castigue), serĆ”n livianos o mĆ”s duros segĆŗn el criterio de mi exclusivo placer, te los aplicarĆ© siempre estando doblando sobre mis muslos como un niƱo malo y podrĆ”n ser con zapatilla, correa, pala de ping-pong, a elegir por mĆ segĆŗn mi gusto y capricho. Y te los podrĆ© dar por cualquier motivo, sin causa aparente, porque se me antoje o se me encapriche. Sin dar explicaciones. Entre un azote y otro pasarĆ” algĆŗn tiempo durante el que me darĆ”s las gracias y yo te excitarĆ© humillĆ”ndote, llamĆ”ndote cariƱosamente cornudo. Queda claro que con ellos no se busca el dolor por el dolor, sino que sientas mĆ”s mi posesiĆ³n sobre tu cuerpo y que puedo hacer con Ć©l y contigo lo que me pete. Una vez cumplido te felicitare por ello con muestras de cariƱo y te dirĆ© que te quiero. Y si lo has aguantado bien, sin rechistar y agradecido, te colocarĆ© la cabeza en mi brazo y te darĆ© de mamar de mis tetas como un niƱo.
Art. 12.- No obstante te tratarĆ© siempre con cariƱo e incluso con ternura, como una madre que castiga a su hijo, sĆ, pero porque lo quiere; pero cuando tenga que decidir, demostrar mi poder y sentirme ama, no tendrĆ© ninguna muestra de debilidad, serĆ© severa, estricta y jamĆ”s te perdonarĆ© un castigo para que no lo tomes como un sĆntoma de debilidad y me pierdas el respeto.
Art. 13.- Cuando te vaya a humillar me pondrĆ© las ropas interiores que a ti te gusten, que tĆŗ elijas, para que asĆ me desees aĆŗn mĆ”s, me anheles mĆ”s y te humilles mĆ”s al saber que ese cuerpo de diosa que tanto adoras, sĆ³lo estĆ” a tu alcance para servirlo, para darle placer y para recibir de Ć©l, a cambio, los maravillosos cuernos que luces como sumiso cornudo. Yo, por mi parte, siempre te mostrarĆ© mis hermosas tetas para que te sientas asĆ mĆ”s sumiso, para dominarte con ellas, para imponerme con ellas sobre ti, mientras estĆ”s arrodillado y ves desde abajo como te dominan excelsas. Si llevo sujetador las sacarĆ© por encima para que siempre estĆ©n a la vista y se impongan sobre ti. LlevarĆ© tambiĆ©n sandalias de alto tacĆ³n que tanto te gustan, cornudo mĆo, para demostrarte que estoy siempre en un plano superior, que soy tu reina. Siempre llevarĆ© las uƱas muy cuidadas como sĆmbolo exterior de mi dominio sobre ti y para que cuando te agarre de los cojones, te lo apriete y te las clave en ellos sientas mi poder de hembra sobre ti, macho sumiso. Y para que cuando las mires o te las enseƱe, desees con toda tu alma que te pajee y que sufras de gusto sĆ³lo de pensarlo. Cuando estemos en pĆŗblico y te las enseƱe o muestre, ya sabrĆ”s lo que quiero y acercaras tu cara a mi cara para oĆr mi orden. Y si estamos solos te pondrĆ”s de inmediato de rodillas para oĆrlas.
Art. 14.- LlevarĆ”s con cariƱo, cuidado y esmero un Ć”lbum en cuya portada estarĆ” la foto de tu triste polla flĆ”cida y en el interior la de todas las duras pollas que te han hecho cornudo, que me han follado y me han dado gusto. Cuando vengan mis amigas de visita les mostrarĆ”s el Ć”lbum y les comentarĆ”s cĆ³mo cada una de esas pollas te ha hecho cornudo.
Art. 15.- Cuando decida que te puedes correr, lo harĆ”s despuĆ©s de que yo te haya follado como una vulgar puta, con un consolador que atarĆ© a mi cintura para que te sientas como una sumisa nenita, mientras que yo hago del macho que tĆŗ no eres, ni nunca serĆ”s.
Art. 16.- Cuando reciba a mis machos, a los hombres que te han de hacer cornudo, podrĆ© vestirte de doncella francesa con delantalito pequeƱo, para que asĆ nos sirvas las copas y el cafĆ©, o para que nos atiendas de esta facha mientras follamos y te ponemos los cuernos. Mientras follamos, mientras te hacemos cornudo, has de permanecer siempre de rodillas y en silencio, como muestra de respeto al acto mĆ”s importante y sagrado que existe en tu vida. TambiĆ©n podrĆ© acostarte a ti boca arriba en la cama, yo me pondrĆ© a cuatro patas sobre ti y le ofrecerĆ© el coƱo a mi macho para que me folle, mientras te digo a ti, cara a cara, cĆ³mo me folla el coƱo, como me clava y como gozo con su polla. Y tĆŗ podrĆ”s ver encima de ti, sobre mi cuello, como la llavecita de tu cinturĆ³n de seguridad se bambolea junto a mis tetas, conforme Ć©l me embiste con su polla, me folla y me hace gozar como un verdadero macho. Y te besarĆ© y lamerĆ© los labios para que recibas la saliva de mi gozo en tu boca, el gozo que otro hombre me provoca, mientras te digo al oĆdo que eres un cornudo, que te estoy haciendo cornudo y que todavĆa vas a ser mĆ”s cornudo.
Art. 17.- Cuando te haya puesto los cuernos y nos quedemos solos, te demostrarĆ© con cariƱo, ternura y mimos, cuando te quiero, cuando me gusta que seas asĆ, y te besarĆ© y acariciarĆ© con ternura para demostrarte que te quiero. Entonces podrĆ”s besar y lamer el cuerpo que amas, que adoras, que sirves y que te ha hecho cornudo, pero con el respeto y la devociĆ³n del altar sagrado que es para ti.
Art. 18.- Cuando regreses de la calle lo primero que harĆ”s es arrodillarte ante mĆ y lamerme el coƱo o el culo, segĆŗn estĆ© cara a ti o de espaldas. MeterĆ”s la lengua dentro de mi coƱo o de mi culo y lo lamerĆ”s hasta que me corra o hasta que yo te diga basta. Igual has de hacer para despertarme todas las maƱanas y antes de levantarte para traerme el desayuno.
Art. 19.- Cuando quiera ver la televisiĆ³n o leer tranquilamente, me sentarĆ© en una silla de playa a la que le habrĆ”s hecho un agujero para que quepa mi culo, meterĆ”s un almohadĆ³n debajo y te acostaras bajo ella boca arriba sacando la cabeza por el agujero, para que asĆ puedas lamer y besar mi culo, y mi coƱo, mientras descanso, o veo la tele. En estos casos yo te acariciarĆ© la polla con mis pies sin que puedas correrte, para torturarte a fuego lento, excitarte y provocarte, sin que puedas satisfacerte. Si alguna vez te permito correrte serĆ” siempre dĆ”ndote por el culo con el dildo como una vulgar puta o acariciĆ”ndote con mis pies. Cuando llame a mis amantes, a mis machos, me sentarĆ© tambiĆ©n en esa silla contigo debajo, por supuesto, y te acariciarĆ© con los pies para que sufras y goces aĆŗn mĆ”s.
Art. 20.- Te harĆ© tatuar. Te llevarĆ© a que te tatĆŗen en el culo las letras de mis iniciales, que llevarĆ”s marcadas para el resto de tu vida para que todos sepan al verlas que eres mis cornudo sumiso. Y lo lucirĆ”s en las playas nudistas a las que te lleve, para que cualquier otra ama, o cualquier mujer, sepan al verlo que eres mĆo, de mi propiedad, y que tengo todos los tĆtulos de propiedad sobre ti.
Art. 21.- Si mi amante es bisexual y Ć©l lo desea, podrĆ© obligarte a que le chupes la polla para darle placer y que asĆ me pueda volver a follar aĆŗn mejor. O a que cuando yo me haya puesto encima de Ć©l al borde de la cama y me haya clavado en su polla, tĆŗ le lamas los huevos para que se le ponga aĆŗn mĆ”s dura y pueda asĆ follĆ”rmelo mejor. Y asĆ verĆ”s en butaca de primera como mi coƱo sube y baja sobre su hermosa polla, como follo con un hombre de verdad que no gasta bragas como tĆŗ.
Art. 22.- TĆŗ cuerpo me pertenece y podrĆ© chuparlo, lamerlo, besarlo, pellizcarlo, y servirme de Ć©l para darme gusto, por lo que tendrĆ”s que cuidarlo con esmero como instrumento de uso de placer de tu amada ama. No podrĆ”s beber alcohol, fumar o hacer cualquier otra cosa que pueda estropearlo. El mantenerlo Ć”gil y esbelto para el disfrute de tu ama, serĆ” una de tus obligaciones.
Art. 23.- PodrĆ© entregarte a otras amas, o pareja de ama/o, siempre en mi compaƱĆa y presencia, y los obedecerĆ”s a ellos como a mĆ misma y sin importarte cuĆ”l es el motivo o la causa por la que te entrego.
Art. 24.- LlevarĆ”s un cinturĆ³n de castidad permanente cuya llave colgarĆ” de la cadenita que yo llevo en la cintura y que uso para follar. AsĆ, cuando me veas moverme al impulso de las pollas de mis amantes, te sentirĆ”s mĆ”s humillado. Cuando salga a la calle la llave la llevarĆ© en una cadenita del cuello para que todos puedan verla aunque solamente tĆŗ yo, y quien yo quiera, sepan lo que significa: que eres un marido sumiso y muy cornudo que es feliz sintiĆ©ndose constantemente humillado por su mujer a la que ama con toda su alma, con todos los poros de su piel. Si te pillo intentando quitĆ”rtelo te castigarĆ© de la forma que crea conveniente.
Art. 25.- Yo por mi parte me comprometo a acariciarte, besarte, lamerte con ternura y pasiĆ³n para excitarte, tenerte constantemente excitado por mĆ con un anhelo que yo sĆ³lo podrĆ© satisfacer. Y a excitarte constantemente y provocarte perversa con ropita interior sexy, palabras, posturas, caricias y otros procedimientos que considere oportunos para tenerte cada dĆa mĆ”s rendido a mĆ al tenerte excitado y no permitirte satisfacerte. Quiero que tu deseo por mĆ sea constante, inextinguible, infinito, sin interrupciĆ³n, sin ninguna medida con nada. SerĆ© asĆ la dueƱa y seƱora de tu placer y te cocerĆ”s a fuego lento deseĆ”ndome constantemente, con tu polla empalmada y torturado por un deseo que no te dejarĆ© satisfacer. Cuando vayamos por la calle o estemos ante nuestros amigos, te besarĆ© y acariciarĆ© en pĆŗblico para excitarte y que te sientas humillado y poseĆdo al tenerla dura en pĆŗblico, pero encerrada en mi jaula y en mi cĆ”rcel, que yo sĆ³lo puedo abrir.
Art. 26.- Antes de follar con mi amante te pondrĆ© desnudo a su lado, compararĆ© tu polla con la suya y aunque la de Ć©l sea mĆ”s pequeƱa, dirĆ© que la suya es mĆ”s grande, mĆ”s bonita o que me hace gozar mejor. En la comparaciĆ³n siempre saldrĆ”s perdiendo. DespuĆ©s de follar te pondrĆ”s de rodillas ante la polla que te ha hecho cornudo y le darĆ”s las gracias. "Gracias por hacerme cornudo", le dirĆ”s varias veces, mientras la besas, adoras y reverencias.
Art. 27.- Las doce campanadas de nochevieja me darĆ”n follando con mi amante para que despidas el aƱo como cornudo y lo empieces como cornudo, como lo que realmente vas a ser el resto del aƱo, los restantes 365 dĆas y el resto de tu vida.
Art. 28.- PodrĆ© tener cuantos esclavos sumisos me dĆ© la gana, los que quiera, sin limitaciĆ³n de nĆŗmero, y entonces tĆŗ sĆ³lo serĆ”s uno mĆ”s, aunque seas algo mĆ”s preferido. Cualquier escena de celos en este sentido serĆ” castigada muy severamente.
Art. 29.- Antes de ir a follar con mis machos serĆ”s siempre el responsable de baƱarme y de recortarme luego con una tijera el pelo de mi sexo, para que los labios de mi coƱo aparezcan siempre enseƱando nĆtidamente mi raja, para que se vean protuberante, claros, sin que nada los tape, y que asĆ pueda excitar mĆ”s a mis machos cuando los vean y pueda llevĆ”rmelos antes a follar. Mientras me los recortas yo te humillarĆ©, como es natural, diciĆ©ndote lo que ya sabes, lo obvio: que eres un cornudo sumiso que disfruta arreglando el coƱo de su mujer para que se lo follen otros tĆos, que eso sĆ³lo lo hacen los cornudos redomados, los consentidores, las putas sumisas y los cornudos de cornudos. Como tĆŗ eres.
Art. 30.- Mi despedida de soltera la celebrarĆ© yo sola con tres negros. Tu despedida de soltero serĆ” conmigo y con los tres mismos negros, pero esta vez poniĆ©ndote los cuernos a troche y moche, follando con ellos como loca delante de ti para que te despidas de soltero, como cornudo. La noche de bodas la pasaremos juntos amĆ”ndonos y dĆ”ndonos mimos, pero al dĆa siguiente, al amanecer, te pondrĆ© el cinturĆ³n de castidad y empezarĆ© a ponĆ©rtelos a discreciĆ³n con el primer botones de hotel que parezca por la habitaciĆ³n. Luego me follarĆ© al gerente, al recepcionista y al mozo de las maletas. No abandonaremos el hotel hasta que me los haya follado a todos, como inicio de nuestra luna de miel. En la luna de miel follarĆ© con todo aquel que se cruce conmigo y que me guste, claro, mientras que tĆŗ empezarĆ”s ya a sentir lo que es un cornudo real, un cornudo casado, reciĆ©n casado, con cuernos con certificado de calidad AENOR.
Art. 31.- PodrĆ© salir a la calle cuando me apetezca con una falda muy corta y sin bragas, por ejemplo, cuando vayamos a comer a un restaurante o nos sentemos en una terraza, para que al abrir mis muslos todos vean que no llevo bragas, que soy una puta salida y que el que estĆ” a mi lado, comiendo o tomando cafĆ©, es el cornudo de mi marido que no le importa que su mujer vaya enseƱando por ahĆ el coƱo a todo el mundo. Antes de salir a la calle a enseƱar a todo el mundo mi coƱo y a insinuar que eres un cornudo, te obligarĆ© a que recortes con una tijera pequeƱa, muy pequeƱa, los pelos de mi coƱo para que se me vea bien la raja y sus hermosos labios. Mientras lo haces te humillarĆ©, como es natural, diciĆ©ndote lo que ya sabes y que tanto te gusta oĆr: Que es imposible encontrar un cornudo como tĆŗ que goce arreglĆ”ndole a su mujer el coƱo para que los demĆ”s lo vean y disfruten de Ć©l por la calle.
Art. 32.- Si aparezco ante ti con mis tetas al aire y no te arrodillas inmediatamente, recibirƔs 10 zapatillazos en tu culo de puta por cada segundo que tardes en hacerlo.
Art. 33.- SerĆ”s el responsable del cuidado de toda mi ropa interior asĆ como de su lavado, siempre a mano, planchado y colocaciĆ³n en los armarios.
Art. 34.- Cuando estemos sentados en el sofĆ” descansando o sin nada mejor que hacer, habrĆ”s de sentar tu cara sobre mis muslos para estar muy cerca de mi coƱo y poder olerlo, que se te haga familiar, para aprender a conocerlo tan intimidante que has de saber de inmediato por la cercanĆa de su olor y sabor, si estoy excitada, y correr entonces rĆ”pido a traerme el telĆ©fono por si quiero llamar a mi macho para que me satisfaga. Con el tiempo, y la prĆ”ctica, has de saber a distancia, oliendo a travĆ©s de Ć©l, cual es mi estado de Ć”nimo, si estoy en celo, si deseo cariƱo, si deseo humillarte, para anticiparte a mis deseos y servirme mejor, sin que yo te lo tenga que decir.
Art. 35.- PodrĆ© obligarte a que muevas el culito en cĆrculos como una putita salida, ofreciĆ©ndote para que te follen, pero sin saber quiĆ©n estĆ” detrĆ”s de ti porque no te permitirĆ© que vuelvas la cabeza y porque los espectadores entraran despuĆ©s y en silencio, se sentaran en el sofĆ” y mirarĆ”n como tĆŗ, a cuatro patas, sigues moviendo tu culo de puta en cĆrculos para atraer a una dura polla que te lo folle. PodrĆ”n ser mis amigas, podrĆ”n ser mis amantes, podrĆ” ser alguna vecina a la que llame para que sepa quĆ© cornudo sumiso eres y que puta zorra estĆ”s hecha, gracias a mis manejos.
Art. 36.- Yo me comprometo a no dejarte nunca tirado, a permitir que pase lo que pase puedas seguir amĆ”ndome, aunque en silencio, y si por ejemplo, me enamorara de un tĆo, me casara con Ć©l, y quisiera llevar con Ć©l una vida normal de matrimonio enamorado, tĆŗ vendrĆas conmigo de mayordomo sin que nadie supiera nada de lo nuestro, para que pudieras seguir amĆ”ndome, pero en silencio.
Art. 37.- Como vas a estar muchĆsimo tiempo en castidad absoluta tendrĆ”s que aprender a correrte con el pensamiento, en plan mĆstico y sin el concurso de caricia alguna sobre tu polla, o cuando yo te folle el culo con un consolador aprovechando los vaivenes que te darĆ© en tu culo de puta, al follarte con mi consolador de cintura.
DisposiciĆ³n transitoria.- Este contrato podrĆ” suspenderse a mi voluntad, dejĆ”ndolo sin efecto durante el tiempo que yo estime oportuno y por los motivos que yo considere pertinentes, sin tener que dar explicaciones. Y cuando lo considerĆ© pertinente (es decir, cuando me salga del coƱo) volverĆ” a su vigencia plena y total. Esta potestad es exclusivamente mĆa, sin que tĆŗ puedas decir nada al respecto.
DisposiciĆ³n final.- Quiero que por medio de este contrato seas totalmente mĆo, que cuando yo goce tĆŗ goces con ello, que cuando yo sea feliz tĆŗ tambiĆ©n lo seas porque yo lo soy. Que seas una prolongaciĆ³n de mĆ atento a satisfacerme, a humillarte, desviviĆ©ndote por lograr mi comodidad, mi placer y mi felicidad. Que seas parte de mĆ, me pertenezcas, me ames con locura y te entregues totalmente y sin miedo para complacerme, servirme, formar parte de mi personalidad y de mi carĆ”cter. Quiero ser feliz y sentir placer al saber que para tu felicidad necesitas como el aire que respiras el depender de mis gustos, de mis caprichos, de mi voluntad, de mis humillaciones, de mi ser. Y que tĆŗ seas feliz y dichoso con ello porque asĆ yo te amarĆ© siempre. Yo soy asĆ y quiero que tĆŗ seas feliz al saber que lo soy, que siempre serĆ© asĆ y que nunca voy a cambiar. Tiembla porque soy muy exigente.
Por tanto, si estĆ”s de acuerdo con todos los puntos y tĆ©rminos del presente contrato, firma y prepĆ”rate para ser exclusivamente mĆo, de mi propiedad, para obedecerme complacidamente en todo lo que yo desee, en todas las humillaciones que te aplique y para ser feliz con ello. Mi placer pasa por tu humillaciĆ³n, no lo olvides.
En ________________ a _____ de ______________de ______
Firma del cornudo sumiso:
SĆ, quiero y me entrego a tĆ como tu cornudo sumiso
Firma de la ama:
SĆ, te acepto como cornudo sumiso
SI LO DESEAN PUEDEN DESCARGARLO AQUI
Esta serĆ” una relaciĆ³n 24/7 (las 24 horas del dĆa, los siete dĆas de la semana) lo que significa que tĆŗ serĆ”s el cornudo sumiso de tu ama incluso durmiendo.
Esto no es un juego de pareja de fin de semana o una escenita de una noche, sino que serĆ” el modo de vida permanente las veinticuatro horas del dĆa, los siete dĆas de la semana y los trescientos sesenta y cinco dĆas del aƱo. No obstante, este contrato se entenderĆ” siempre como una muestra de amor total entre los dos.
Art. 1.- Yo, __________________, ya que tĆŗ me amas tanto que te ofreces voluntariamente a servirme como cornudo sumiso el resto de nuestras vidas, te acepto tu gentil ofrecimiento, tu renuncia a tener algĆŗn derecho sobre mĆ, asĆ como tĆŗ obligaciĆ³n de asumir por contra todos los deberes para conmigo, demostrĆ”ndome constantemente con tus humillaciones que sĆ³lo me amas a mĆ, que sĆ³lo me deseas a mĆ, que soy el centro de tu existencia, que me necesitas para vivir, que me entregas tu libertad y que estĆ”s ansioso por seguirme para siempre a donde yo quiera llegar y llevarte. Y que te sientas orgulloso de ser exclusivamente mĆo y de que tu placer sea ver el mĆo, al hacerte cornudo y humillarte.
Art. 2.- Yo por mi parte sĆ³lo me comprometo a dominarte cada dĆa mĆ”s, a poseerte completamente, a cuidarte como esclavo, a hacerte cornudo y a amarte sinceramente, llevĆ”ndote con mis humillaciones cada dĆa mĆ”s lejos en tu sumisiĆ³n a mĆ, en tu necesidad vital de sentirte cornudo y humillado. Espero que no te arrepientas porque una vez que firmes mĆ”s abajo, serĆ”s mĆo para siempre fĆsica, y mentalmente, aceptando mi voluntad que a partir de ahora serĆ” tambiĆ©n la tuya. TĆŗ dejarĆ”s de existir como persona y sĆ³lo serĆ”s un instrumento de mi voluntad, de mis deseos y de mis caprichos, en los que tĆŗ estarĆ”s sufriendo por mĆ mientras que yo disfruto de tu humillaciĆ³n.
Art. 3.- Yo, como tu dueƱa y seƱora, tengo libertad absoluta para todo y tĆŗ no tendrĆ”s libertad absolutamente para nada. Sin excepciones. TendrĆ”s que pedirme permiso hasta para ir a mear. Yo podrĆ© hacer lo que me dĆ© la gana, aunque siempre te lo comentarĆ© para que goces con el poder que tengo sobre ti al hacer lo que me dĆ© la gana, lo que me salga de mi hermoso coƱo.
Art. 4.- Y por supuesto yo podrĆ© follar con quien quiera, donde quiera y cuando quiera, mientras que tĆŗ no podrĆ”s ni mirar a una mujer por la calle. El que mires a otra mujer serĆ” sancionado con el mayor castigo. TĆŗ fuiste amigo cornudo, serĆ”s novio cornudo y cuando nos casemos serĆ”s marido cornudo. Te morirĆ”s siendo cornudo y eso para ti ha de ser un motivo de orgullo.
Art. 5.- TĆŗ Ćŗnica misiĆ³n en la vida, y de lo que te queda de ella, es ser cada dĆa mĆ”s cornudo, humillarte mĆ”s y darme a mĆ placer, estar a mi servicio para darme gusto, para procurar que goce y que me corra. TĆŗ, por el contrario no podrĆ”s correrte sin mi permiso. PodrĆ”s acariciarte pero sin llegar, porque si te corres sin mi permiso te castigarĆ© con la mayor pena que un ama le puede dar a un hombre como tĆŗ: Que no te haga cornudo ni que te humille. Si incumples este artĆculo podrĆ” ser motivo de la rescisiĆ³n de este contrato.
Art. 6.- Por casa irĆ”s siempre desnudo y vestido sĆ³lo con mis braguitas, saldrĆ”s a la calle con ellas bajo el pantalĆ³n y al dĆa siguiente te las quitarĆ”s para ponerte las que yo me quite ese dĆa, para que asĆ sientes junto a tu polla la tela que ha tocado el coƱo de tu ama, el que todos se pueden follar menos tĆŗ, y te sientas asĆ constantemente cornudo. Las bragas serĆ”n tipo tanga transparente para que se puedan apartar con un dedo y que asĆ tu polla y tus huevos estĆ©n mĆ”s a mano. Y al ser transparentes estarĆ” a la vista, exhibida, para que todos vean como se te pone dura cuando te humillo y te hago cornudo.
Art. 7.- Cuando aparezca ante ti con mis tetas al aire o por encima de mi sujetador, te arrodillarĆ”s inmediatamente ante mĆ como seƱal de respeto, devociĆ³n, entrega, adoraciĆ³n, sumisiĆ³n y beatitud hacia mĆ. Siempre procurarĆ© estar ante ti con ellas al aire para que su omnipotente presencia te obligue a hincarte de rodillas ante ellas. Mis tetas serĆ”n el sĆmbolo de mi dominio hacia ti y de tu sumisiĆ³n, por lo que para besarlas o simplemente rozarlas, habrĆ”s de pedirme siempre permiso que sĆ³lo te concederĆ© cuando te hayas portado como un buen cornudo, cuando hayas sido mĆ”s cornudo que el dĆa anterior. Por supuesto, mis machos podrĆ”n besarlas, tocarlas, amasarlas, sobarlas, morderlas, pellizcarlas e incluso correrse sobre ellas cuando quieran, como quieran y donde quieran. Entonces, una vez que mis machos se hayan corrido sobre ellas, yo restregarĆ© su leche sobre mis pezones y podrĆ”s chuparlos, lamerlos y beber de mis tetas, de mis pezones, la leche del macho que te ha hecho cornudo. SĆ³lo entonces, porque para ti son, y serĆ”n siempre, un sĆmbolo de majestad, respeto, adoraciĆ³n, sumisiĆ³n, pleitesĆa y reverencia. GrĆ”bate esto en la cabeza, porque mis tetas son el sĆmbolo de mi dominio sobre ti y de tu sumisa condiciĆ³n de cornudo.
Art. 8.- Yo harĆ© todas las gestiones que generalmente hacen los hombres, los cabezas de familia: DispondrĆ© de las cuentas bancarias a mi nombre, porque las mĆas seguirĆ”n siendo sĆ³lo mĆas y en las tuyas me autorizarĆ”s a mĆ como cotitular para que yo pueda sacar el dinero. Luego, me entregarĆ”s la libreta y la tarjeta para que sĆ³lo yo pueda sacar dinero de ella. Y todos los demĆ”s servicios estarĆ”n a mi nombre como el telĆ©fono, el agua o la electricidad.
Art. 9.- Si la asistenta no puede venir tĆŗ serĆ”s el encargado de las labores domĆ©sticas y para tal menester llevarĆ”s un pequeƱo y redondeado delantalito blanco de doncella francesa. SĆ³lo eso, para que tu culo y tu polla estĆ©n expuestos a mis caricias mientras friegas los platos en la cocina. Si viene la asistencia, la obedecerĆ”s tambiĆ©n a ella por delegaciĆ³n porque estarĆ” por encima de ti en la escala.
Art. 10.- Todos los dĆas te doblarĆ© sobre mis muslos como un niƱo y te darĆ© 10 zapatillazos en el culo, te hayas portado como te hayas portado, y aunque hayas sido un bendito, como sĆmbolo de que mi poder sobre ti es arbitrario, a mi capricho, y para evitar que yo pueda relajarme en mi estricta severidad hacia ti y que tĆŗ puedas tomarlo como un sĆmbolo de debilidad. SabrĆ”s que, pase lo que pase (aunque haya un terremoto), todos los dĆas vas a ser castigado, todos los dĆas vas a sufrir por tu ama y todos los dĆas te sentirĆ”s esclavo cornudo. Si no cumplo este requisito, si se me olvida, se podrĆ” dar por zanjado el presente contrato. Para los castigos llevarĆ© siempre las tetas al aire y cuando veas que aparezco ante ti con su omnipotente majestad, ya sabrĆ”s lo que se te viene encima. ArrodĆllate y reza.
Art. 11.- Los azotes (tanto los 10 diarios obligatorios como los demĆ”s cuando te castigue), serĆ”n livianos o mĆ”s duros segĆŗn el criterio de mi exclusivo placer, te los aplicarĆ© siempre estando doblando sobre mis muslos como un niƱo malo y podrĆ”n ser con zapatilla, correa, pala de ping-pong, a elegir por mĆ segĆŗn mi gusto y capricho. Y te los podrĆ© dar por cualquier motivo, sin causa aparente, porque se me antoje o se me encapriche. Sin dar explicaciones. Entre un azote y otro pasarĆ” algĆŗn tiempo durante el que me darĆ”s las gracias y yo te excitarĆ© humillĆ”ndote, llamĆ”ndote cariƱosamente cornudo. Queda claro que con ellos no se busca el dolor por el dolor, sino que sientas mĆ”s mi posesiĆ³n sobre tu cuerpo y que puedo hacer con Ć©l y contigo lo que me pete. Una vez cumplido te felicitare por ello con muestras de cariƱo y te dirĆ© que te quiero. Y si lo has aguantado bien, sin rechistar y agradecido, te colocarĆ© la cabeza en mi brazo y te darĆ© de mamar de mis tetas como un niƱo.
Art. 12.- No obstante te tratarĆ© siempre con cariƱo e incluso con ternura, como una madre que castiga a su hijo, sĆ, pero porque lo quiere; pero cuando tenga que decidir, demostrar mi poder y sentirme ama, no tendrĆ© ninguna muestra de debilidad, serĆ© severa, estricta y jamĆ”s te perdonarĆ© un castigo para que no lo tomes como un sĆntoma de debilidad y me pierdas el respeto.
Art. 13.- Cuando te vaya a humillar me pondrĆ© las ropas interiores que a ti te gusten, que tĆŗ elijas, para que asĆ me desees aĆŗn mĆ”s, me anheles mĆ”s y te humilles mĆ”s al saber que ese cuerpo de diosa que tanto adoras, sĆ³lo estĆ” a tu alcance para servirlo, para darle placer y para recibir de Ć©l, a cambio, los maravillosos cuernos que luces como sumiso cornudo. Yo, por mi parte, siempre te mostrarĆ© mis hermosas tetas para que te sientas asĆ mĆ”s sumiso, para dominarte con ellas, para imponerme con ellas sobre ti, mientras estĆ”s arrodillado y ves desde abajo como te dominan excelsas. Si llevo sujetador las sacarĆ© por encima para que siempre estĆ©n a la vista y se impongan sobre ti. LlevarĆ© tambiĆ©n sandalias de alto tacĆ³n que tanto te gustan, cornudo mĆo, para demostrarte que estoy siempre en un plano superior, que soy tu reina. Siempre llevarĆ© las uƱas muy cuidadas como sĆmbolo exterior de mi dominio sobre ti y para que cuando te agarre de los cojones, te lo apriete y te las clave en ellos sientas mi poder de hembra sobre ti, macho sumiso. Y para que cuando las mires o te las enseƱe, desees con toda tu alma que te pajee y que sufras de gusto sĆ³lo de pensarlo. Cuando estemos en pĆŗblico y te las enseƱe o muestre, ya sabrĆ”s lo que quiero y acercaras tu cara a mi cara para oĆr mi orden. Y si estamos solos te pondrĆ”s de inmediato de rodillas para oĆrlas.
Art. 14.- LlevarĆ”s con cariƱo, cuidado y esmero un Ć”lbum en cuya portada estarĆ” la foto de tu triste polla flĆ”cida y en el interior la de todas las duras pollas que te han hecho cornudo, que me han follado y me han dado gusto. Cuando vengan mis amigas de visita les mostrarĆ”s el Ć”lbum y les comentarĆ”s cĆ³mo cada una de esas pollas te ha hecho cornudo.
Art. 15.- Cuando decida que te puedes correr, lo harĆ”s despuĆ©s de que yo te haya follado como una vulgar puta, con un consolador que atarĆ© a mi cintura para que te sientas como una sumisa nenita, mientras que yo hago del macho que tĆŗ no eres, ni nunca serĆ”s.
Art. 16.- Cuando reciba a mis machos, a los hombres que te han de hacer cornudo, podrĆ© vestirte de doncella francesa con delantalito pequeƱo, para que asĆ nos sirvas las copas y el cafĆ©, o para que nos atiendas de esta facha mientras follamos y te ponemos los cuernos. Mientras follamos, mientras te hacemos cornudo, has de permanecer siempre de rodillas y en silencio, como muestra de respeto al acto mĆ”s importante y sagrado que existe en tu vida. TambiĆ©n podrĆ© acostarte a ti boca arriba en la cama, yo me pondrĆ© a cuatro patas sobre ti y le ofrecerĆ© el coƱo a mi macho para que me folle, mientras te digo a ti, cara a cara, cĆ³mo me folla el coƱo, como me clava y como gozo con su polla. Y tĆŗ podrĆ”s ver encima de ti, sobre mi cuello, como la llavecita de tu cinturĆ³n de seguridad se bambolea junto a mis tetas, conforme Ć©l me embiste con su polla, me folla y me hace gozar como un verdadero macho. Y te besarĆ© y lamerĆ© los labios para que recibas la saliva de mi gozo en tu boca, el gozo que otro hombre me provoca, mientras te digo al oĆdo que eres un cornudo, que te estoy haciendo cornudo y que todavĆa vas a ser mĆ”s cornudo.
Art. 17.- Cuando te haya puesto los cuernos y nos quedemos solos, te demostrarĆ© con cariƱo, ternura y mimos, cuando te quiero, cuando me gusta que seas asĆ, y te besarĆ© y acariciarĆ© con ternura para demostrarte que te quiero. Entonces podrĆ”s besar y lamer el cuerpo que amas, que adoras, que sirves y que te ha hecho cornudo, pero con el respeto y la devociĆ³n del altar sagrado que es para ti.
Art. 18.- Cuando regreses de la calle lo primero que harĆ”s es arrodillarte ante mĆ y lamerme el coƱo o el culo, segĆŗn estĆ© cara a ti o de espaldas. MeterĆ”s la lengua dentro de mi coƱo o de mi culo y lo lamerĆ”s hasta que me corra o hasta que yo te diga basta. Igual has de hacer para despertarme todas las maƱanas y antes de levantarte para traerme el desayuno.
Art. 19.- Cuando quiera ver la televisiĆ³n o leer tranquilamente, me sentarĆ© en una silla de playa a la que le habrĆ”s hecho un agujero para que quepa mi culo, meterĆ”s un almohadĆ³n debajo y te acostaras bajo ella boca arriba sacando la cabeza por el agujero, para que asĆ puedas lamer y besar mi culo, y mi coƱo, mientras descanso, o veo la tele. En estos casos yo te acariciarĆ© la polla con mis pies sin que puedas correrte, para torturarte a fuego lento, excitarte y provocarte, sin que puedas satisfacerte. Si alguna vez te permito correrte serĆ” siempre dĆ”ndote por el culo con el dildo como una vulgar puta o acariciĆ”ndote con mis pies. Cuando llame a mis amantes, a mis machos, me sentarĆ© tambiĆ©n en esa silla contigo debajo, por supuesto, y te acariciarĆ© con los pies para que sufras y goces aĆŗn mĆ”s.
Art. 20.- Te harĆ© tatuar. Te llevarĆ© a que te tatĆŗen en el culo las letras de mis iniciales, que llevarĆ”s marcadas para el resto de tu vida para que todos sepan al verlas que eres mis cornudo sumiso. Y lo lucirĆ”s en las playas nudistas a las que te lleve, para que cualquier otra ama, o cualquier mujer, sepan al verlo que eres mĆo, de mi propiedad, y que tengo todos los tĆtulos de propiedad sobre ti.
Art. 21.- Si mi amante es bisexual y Ć©l lo desea, podrĆ© obligarte a que le chupes la polla para darle placer y que asĆ me pueda volver a follar aĆŗn mejor. O a que cuando yo me haya puesto encima de Ć©l al borde de la cama y me haya clavado en su polla, tĆŗ le lamas los huevos para que se le ponga aĆŗn mĆ”s dura y pueda asĆ follĆ”rmelo mejor. Y asĆ verĆ”s en butaca de primera como mi coƱo sube y baja sobre su hermosa polla, como follo con un hombre de verdad que no gasta bragas como tĆŗ.
Art. 22.- TĆŗ cuerpo me pertenece y podrĆ© chuparlo, lamerlo, besarlo, pellizcarlo, y servirme de Ć©l para darme gusto, por lo que tendrĆ”s que cuidarlo con esmero como instrumento de uso de placer de tu amada ama. No podrĆ”s beber alcohol, fumar o hacer cualquier otra cosa que pueda estropearlo. El mantenerlo Ć”gil y esbelto para el disfrute de tu ama, serĆ” una de tus obligaciones.
Art. 23.- PodrĆ© entregarte a otras amas, o pareja de ama/o, siempre en mi compaƱĆa y presencia, y los obedecerĆ”s a ellos como a mĆ misma y sin importarte cuĆ”l es el motivo o la causa por la que te entrego.
Art. 24.- LlevarĆ”s un cinturĆ³n de castidad permanente cuya llave colgarĆ” de la cadenita que yo llevo en la cintura y que uso para follar. AsĆ, cuando me veas moverme al impulso de las pollas de mis amantes, te sentirĆ”s mĆ”s humillado. Cuando salga a la calle la llave la llevarĆ© en una cadenita del cuello para que todos puedan verla aunque solamente tĆŗ yo, y quien yo quiera, sepan lo que significa: que eres un marido sumiso y muy cornudo que es feliz sintiĆ©ndose constantemente humillado por su mujer a la que ama con toda su alma, con todos los poros de su piel. Si te pillo intentando quitĆ”rtelo te castigarĆ© de la forma que crea conveniente.
Art. 25.- Yo por mi parte me comprometo a acariciarte, besarte, lamerte con ternura y pasiĆ³n para excitarte, tenerte constantemente excitado por mĆ con un anhelo que yo sĆ³lo podrĆ© satisfacer. Y a excitarte constantemente y provocarte perversa con ropita interior sexy, palabras, posturas, caricias y otros procedimientos que considere oportunos para tenerte cada dĆa mĆ”s rendido a mĆ al tenerte excitado y no permitirte satisfacerte. Quiero que tu deseo por mĆ sea constante, inextinguible, infinito, sin interrupciĆ³n, sin ninguna medida con nada. SerĆ© asĆ la dueƱa y seƱora de tu placer y te cocerĆ”s a fuego lento deseĆ”ndome constantemente, con tu polla empalmada y torturado por un deseo que no te dejarĆ© satisfacer. Cuando vayamos por la calle o estemos ante nuestros amigos, te besarĆ© y acariciarĆ© en pĆŗblico para excitarte y que te sientas humillado y poseĆdo al tenerla dura en pĆŗblico, pero encerrada en mi jaula y en mi cĆ”rcel, que yo sĆ³lo puedo abrir.
Art. 26.- Antes de follar con mi amante te pondrĆ© desnudo a su lado, compararĆ© tu polla con la suya y aunque la de Ć©l sea mĆ”s pequeƱa, dirĆ© que la suya es mĆ”s grande, mĆ”s bonita o que me hace gozar mejor. En la comparaciĆ³n siempre saldrĆ”s perdiendo. DespuĆ©s de follar te pondrĆ”s de rodillas ante la polla que te ha hecho cornudo y le darĆ”s las gracias. "Gracias por hacerme cornudo", le dirĆ”s varias veces, mientras la besas, adoras y reverencias.
Art. 27.- Las doce campanadas de nochevieja me darĆ”n follando con mi amante para que despidas el aƱo como cornudo y lo empieces como cornudo, como lo que realmente vas a ser el resto del aƱo, los restantes 365 dĆas y el resto de tu vida.
Art. 28.- PodrĆ© tener cuantos esclavos sumisos me dĆ© la gana, los que quiera, sin limitaciĆ³n de nĆŗmero, y entonces tĆŗ sĆ³lo serĆ”s uno mĆ”s, aunque seas algo mĆ”s preferido. Cualquier escena de celos en este sentido serĆ” castigada muy severamente.
Art. 29.- Antes de ir a follar con mis machos serĆ”s siempre el responsable de baƱarme y de recortarme luego con una tijera el pelo de mi sexo, para que los labios de mi coƱo aparezcan siempre enseƱando nĆtidamente mi raja, para que se vean protuberante, claros, sin que nada los tape, y que asĆ pueda excitar mĆ”s a mis machos cuando los vean y pueda llevĆ”rmelos antes a follar. Mientras me los recortas yo te humillarĆ©, como es natural, diciĆ©ndote lo que ya sabes, lo obvio: que eres un cornudo sumiso que disfruta arreglando el coƱo de su mujer para que se lo follen otros tĆos, que eso sĆ³lo lo hacen los cornudos redomados, los consentidores, las putas sumisas y los cornudos de cornudos. Como tĆŗ eres.
Art. 30.- Mi despedida de soltera la celebrarĆ© yo sola con tres negros. Tu despedida de soltero serĆ” conmigo y con los tres mismos negros, pero esta vez poniĆ©ndote los cuernos a troche y moche, follando con ellos como loca delante de ti para que te despidas de soltero, como cornudo. La noche de bodas la pasaremos juntos amĆ”ndonos y dĆ”ndonos mimos, pero al dĆa siguiente, al amanecer, te pondrĆ© el cinturĆ³n de castidad y empezarĆ© a ponĆ©rtelos a discreciĆ³n con el primer botones de hotel que parezca por la habitaciĆ³n. Luego me follarĆ© al gerente, al recepcionista y al mozo de las maletas. No abandonaremos el hotel hasta que me los haya follado a todos, como inicio de nuestra luna de miel. En la luna de miel follarĆ© con todo aquel que se cruce conmigo y que me guste, claro, mientras que tĆŗ empezarĆ”s ya a sentir lo que es un cornudo real, un cornudo casado, reciĆ©n casado, con cuernos con certificado de calidad AENOR.
Art. 31.- PodrĆ© salir a la calle cuando me apetezca con una falda muy corta y sin bragas, por ejemplo, cuando vayamos a comer a un restaurante o nos sentemos en una terraza, para que al abrir mis muslos todos vean que no llevo bragas, que soy una puta salida y que el que estĆ” a mi lado, comiendo o tomando cafĆ©, es el cornudo de mi marido que no le importa que su mujer vaya enseƱando por ahĆ el coƱo a todo el mundo. Antes de salir a la calle a enseƱar a todo el mundo mi coƱo y a insinuar que eres un cornudo, te obligarĆ© a que recortes con una tijera pequeƱa, muy pequeƱa, los pelos de mi coƱo para que se me vea bien la raja y sus hermosos labios. Mientras lo haces te humillarĆ©, como es natural, diciĆ©ndote lo que ya sabes y que tanto te gusta oĆr: Que es imposible encontrar un cornudo como tĆŗ que goce arreglĆ”ndole a su mujer el coƱo para que los demĆ”s lo vean y disfruten de Ć©l por la calle.
Art. 32.- Si aparezco ante ti con mis tetas al aire y no te arrodillas inmediatamente, recibirƔs 10 zapatillazos en tu culo de puta por cada segundo que tardes en hacerlo.
Art. 33.- SerĆ”s el responsable del cuidado de toda mi ropa interior asĆ como de su lavado, siempre a mano, planchado y colocaciĆ³n en los armarios.
Art. 34.- Cuando estemos sentados en el sofĆ” descansando o sin nada mejor que hacer, habrĆ”s de sentar tu cara sobre mis muslos para estar muy cerca de mi coƱo y poder olerlo, que se te haga familiar, para aprender a conocerlo tan intimidante que has de saber de inmediato por la cercanĆa de su olor y sabor, si estoy excitada, y correr entonces rĆ”pido a traerme el telĆ©fono por si quiero llamar a mi macho para que me satisfaga. Con el tiempo, y la prĆ”ctica, has de saber a distancia, oliendo a travĆ©s de Ć©l, cual es mi estado de Ć”nimo, si estoy en celo, si deseo cariƱo, si deseo humillarte, para anticiparte a mis deseos y servirme mejor, sin que yo te lo tenga que decir.
Art. 35.- PodrĆ© obligarte a que muevas el culito en cĆrculos como una putita salida, ofreciĆ©ndote para que te follen, pero sin saber quiĆ©n estĆ” detrĆ”s de ti porque no te permitirĆ© que vuelvas la cabeza y porque los espectadores entraran despuĆ©s y en silencio, se sentaran en el sofĆ” y mirarĆ”n como tĆŗ, a cuatro patas, sigues moviendo tu culo de puta en cĆrculos para atraer a una dura polla que te lo folle. PodrĆ”n ser mis amigas, podrĆ”n ser mis amantes, podrĆ” ser alguna vecina a la que llame para que sepa quĆ© cornudo sumiso eres y que puta zorra estĆ”s hecha, gracias a mis manejos.
Art. 36.- Yo me comprometo a no dejarte nunca tirado, a permitir que pase lo que pase puedas seguir amĆ”ndome, aunque en silencio, y si por ejemplo, me enamorara de un tĆo, me casara con Ć©l, y quisiera llevar con Ć©l una vida normal de matrimonio enamorado, tĆŗ vendrĆas conmigo de mayordomo sin que nadie supiera nada de lo nuestro, para que pudieras seguir amĆ”ndome, pero en silencio.
Art. 37.- Como vas a estar muchĆsimo tiempo en castidad absoluta tendrĆ”s que aprender a correrte con el pensamiento, en plan mĆstico y sin el concurso de caricia alguna sobre tu polla, o cuando yo te folle el culo con un consolador aprovechando los vaivenes que te darĆ© en tu culo de puta, al follarte con mi consolador de cintura.
DisposiciĆ³n transitoria.- Este contrato podrĆ” suspenderse a mi voluntad, dejĆ”ndolo sin efecto durante el tiempo que yo estime oportuno y por los motivos que yo considere pertinentes, sin tener que dar explicaciones. Y cuando lo considerĆ© pertinente (es decir, cuando me salga del coƱo) volverĆ” a su vigencia plena y total. Esta potestad es exclusivamente mĆa, sin que tĆŗ puedas decir nada al respecto.
DisposiciĆ³n final.- Quiero que por medio de este contrato seas totalmente mĆo, que cuando yo goce tĆŗ goces con ello, que cuando yo sea feliz tĆŗ tambiĆ©n lo seas porque yo lo soy. Que seas una prolongaciĆ³n de mĆ atento a satisfacerme, a humillarte, desviviĆ©ndote por lograr mi comodidad, mi placer y mi felicidad. Que seas parte de mĆ, me pertenezcas, me ames con locura y te entregues totalmente y sin miedo para complacerme, servirme, formar parte de mi personalidad y de mi carĆ”cter. Quiero ser feliz y sentir placer al saber que para tu felicidad necesitas como el aire que respiras el depender de mis gustos, de mis caprichos, de mi voluntad, de mis humillaciones, de mi ser. Y que tĆŗ seas feliz y dichoso con ello porque asĆ yo te amarĆ© siempre. Yo soy asĆ y quiero que tĆŗ seas feliz al saber que lo soy, que siempre serĆ© asĆ y que nunca voy a cambiar. Tiembla porque soy muy exigente.
Por tanto, si estĆ”s de acuerdo con todos los puntos y tĆ©rminos del presente contrato, firma y prepĆ”rate para ser exclusivamente mĆo, de mi propiedad, para obedecerme complacidamente en todo lo que yo desee, en todas las humillaciones que te aplique y para ser feliz con ello. Mi placer pasa por tu humillaciĆ³n, no lo olvides.
En ________________ a _____ de ______________de ______
Firma del cornudo sumiso:
SĆ, quiero y me entrego a tĆ como tu cornudo sumiso
Firma de la ama:
SĆ, te acepto como cornudo sumiso
SI LO DESEAN PUEDEN DESCARGARLO AQUI